Trabajamos con la visión del historiador Juan Carlos Luzuriaga
"La población de Europa en el siglo XIX tuvo una expansión notoria.
No se trato tanto de una tasa de natalidad más elevada sino de un
abatimiento de los índices de mortalidad, debido a mejoras sanitarias y
alimenticias además de una sostenida natalidad rural. Esta «revolución
demográfica» llevó a una escasez de espacios libres. Las olas migratorias
consecuencia principalmente del crecimiento acelerado de la población se
vieron estimuladas también por diversos factores generales; la expansión
industrial y comercial, la presión demográfica, las perturbaciones agrícolas
derivadas de las cosechas, la disminución de industrias artesanales y del
número de trabajadores domiciliarios, el aumento de los mercados para las
materias primas de ultramar, los progresos en la navegación favorecieron
los desplazamientos transoceánicos.
En el caso de la Banda Oriental y,
por ende particularmente de Montevideo, no existía una significativa
presencia indígena poseedora de una poderosa cultura y el proceso de
afincamiento de los inmigrantes se simplificó. En los hechos se importó
la cultura ibérica con los primeros pobladores. Esto sería la base ante los
diferentes aportes provenientes del torrente inmigratorio.
El grueso de los inmigrantes vino por mar y provino del área cultural
latina, en sus diversidades regionales; canarios, vascos, gallegos, catalanes,
calabreses, siciliano... También
arribaron ingleses, escoceses, irlandeses, suizos, alemanes, austrohúngaros,
eslavos. Desde el sur del Brasil se trasladaron también nuevos pobladores,
en una invasión pacífica que caracterizo la presencia lusitana en el país.
Parte de los inmigrantes se instalaron en las ciudades o se dedicaron a la
agricultura en los alrededores de los centros urbanos. Otros se ubicaron
en el medio rural. (...)
Riesgos y recompensas de los inmigrantes
El primer obstáculo que tenían los inmigrantes y más si se trataban
de familias completas era el costo del pasaje. Muchas familias debían
empeñar todos sus bienes para poder solventar los gastos del traslado (...)
Desde 1870 en adelante se fueron imponiendo los buques a
vapor; con ello también bajo el costo del pasaje y disminuyó el tiempo de
la travesía... El viaje
de los puertos europeos al Plata demandaba de un mes y medio a dos,
dependiendo de las escalas y los vientos. La mayoría de los inmigrantes
se trasladaban hacinados en cubiertas y bodegas donde las condiciones
higiénicas y sanitarias no eran precisamente las óptimas. Paralelamente,
muchas veces no se cumplía en alta mar lo acordado en cuanto a los
alimentos a ser suministrados a los inmigrantes durante el viaje.
Los más
indefensos, niños y ancianos eran los más afectados por estas condiciones
de viaje; era habitual que al fin de éste, se contabilizase un macabro precio en
vidas. Explicitadas las dificultades pasaremos a enumerar las posibilidades
del inmigrante, los beneficios que le reportaban su radicación en el Plata.
La demanda de mano de obra superaba la oferta, por lo que su inserción
laboral estaba prácticamente garantizada. Quien en su tierra, en su aldea
natal no pasaba salvo expresas condiciones de ser un carpintero o albañil
más, veía su trabajo solicitado y por ende sus posibilidades económicas
acrecentadas. No se limitaban las ventajas a la posibilidad de trabajo,
también se extendían a la remuneración. Los jornales eran fácilmente el doble del percibido por igual tarea en su comarca de origen.17 Era más
marcada la diferencia cuando el inmigrante desempeñaba tareas artesanales
de mayor especialización como ser, sastres, relojeros, ebanistas. No era
Montevideo empero un lugar donde la fortuna se alcanzase con poco
esfuerzo. Si bien algunos bienes eran más accesibles que en Europa, como
los derivados de la carne y del cuero, otros, la mayoría, tenía un elevado
precio producto de los costos de importación y traslado desde sus lugares
de origen ya que en general era escasa la producción manufacturera de
la ciudad y del país; incluso en lo que a bienes de consumo popular se
refiere, como es por ejemplo el caso de las bebidas. En conjunto la relación
económica era favorable a las expectativas del inmigrante,18 pero el éxito
dependía - como para toda empresa humana - de esfuerzo, voluntad y
fortuna (...)
El aluvión de rostros nuevos, de lenguas y costumbres distintas, se
enseñoreó de la ciudad. Orientales e inmigrantes se influyeron mutuamente.
Para muchos de éstos últimos Montevideo significaba una nueva vida,
en su expresión literal, una posibilidad de canalizar sus ambiciones
y habilidades en una sociedad de inmigrantes en la cual los méritos y
condiciones propias relegaban a un plano secundario su nacionalidad, o
lo que es más importante aún, su origen social.
Artesanos, jornaleros, pequeños comerciantes, los inmigrantes son
mayoritariamente hombres jóvenes y sin familia, en los primeros años
de las décadas del treinta y del cuarenta..."
Fragmentos extraídos de LUZURIAGA, J. C. Los procesos inmigratorios en el Uruguay del Siglo XIX:
visión de conjunto
Actividad
1) Piensa, investiga y escribe: el origen de tu apellido, un deporte, una comida y una danza que introdujeron los inmigrantes en nuestro país.
2) Lee el texto y responde:
- ¿Por qué miles de personas abandonaron sus países de origen para establecerse en Uruguay en el siglo XIX?
- ¿De qué países provenían los inmigrantes?
- Realiza una lista de los riesgos que corrían los inmigrantes y otra lista para señalar las recompensas que tendrían una vez instalados en nuestro país.
3) Analiza el siguiente cuadro comparativo (toma como guía de análisis cuadros ya trabajados en clase)
Dársena fluvial. Puerto de Montevideo. Décadas de 1920-1930 (aprox.). (Foto: Colección Puertos No. 10. Autor: S.d./Sodre). |
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