miércoles, 26 de junio de 2019

Los inmigrantes en Uruguay - siglo XIX - PRIMERA PARTE

Trabajamos con la visión del historiador Juan Carlos Luzuriaga


"La población de Europa en el siglo XIX tuvo una expansión notoria. No se trato tanto de una tasa de natalidad más elevada sino de un abatimiento de los índices de mortalidad, debido a mejoras sanitarias y alimenticias además de una sostenida natalidad rural. Esta «revolución demográfica» llevó a una escasez de espacios libres. Las olas migratorias consecuencia principalmente del crecimiento acelerado de la población se vieron estimuladas también por diversos factores generales; la expansión industrial y comercial, la presión demográfica, las perturbaciones agrícolas derivadas de las cosechas, la disminución de industrias artesanales y del número de trabajadores domiciliarios, el aumento de los mercados para las materias primas de ultramar, los progresos en la navegación favorecieron los desplazamientos transoceánicos. 

En el caso de la Banda Oriental y, por ende particularmente de Montevideo, no existía una significativa presencia indígena poseedora de una poderosa cultura y el proceso de afincamiento de los inmigrantes se simplificó. En los hechos se importó la cultura ibérica con los primeros pobladores. Esto sería la base ante los diferentes aportes provenientes del torrente inmigratorio. 
El grueso de los inmigrantes vino por mar y provino del área cultural latina, en sus diversidades regionales; canarios, vascos, gallegos, catalanes, calabreses, siciliano... También arribaron ingleses, escoceses, irlandeses, suizos, alemanes, austrohúngaros, eslavos. Desde el sur del Brasil se trasladaron también nuevos pobladores, en una invasión pacífica que caracterizo la presencia lusitana en el país. Parte de los inmigrantes se instalaron en las ciudades o se dedicaron a la agricultura en los alrededores de los centros urbanos. Otros se ubicaron en el medio rural. (...) 

Riesgos y recompensas de los inmigrantes 

El primer obstáculo que tenían los inmigrantes y más si se trataban de familias completas era el costo del pasaje. Muchas familias debían empeñar todos sus bienes para poder solventar los gastos del traslado (...)
Desde 1870 en adelante se fueron imponiendo los buques a vapor; con ello también bajo el costo del pasaje y disminuyó el tiempo de la travesía... El viaje de los puertos europeos al Plata demandaba de un mes y medio a dos, dependiendo de las escalas y los vientos. La mayoría de los inmigrantes se trasladaban hacinados en cubiertas y bodegas donde las condiciones higiénicas y sanitarias no eran precisamente las óptimas. Paralelamente, muchas veces no se cumplía en alta mar lo acordado en cuanto a los alimentos a ser suministrados a los inmigrantes durante el viaje. 
Los más indefensos, niños y ancianos eran los más afectados por estas condiciones de viaje; era habitual que al fin de éste, se contabilizase un macabro precio en vidas. Explicitadas las dificultades pasaremos a enumerar las posibilidades del inmigrante, los beneficios que le reportaban su radicación en el Plata. La demanda de mano de obra superaba la oferta, por lo que su inserción laboral estaba prácticamente garantizada. Quien en su tierra, en su aldea natal no pasaba salvo expresas condiciones de ser un carpintero o albañil más, veía su trabajo solicitado y por ende sus posibilidades económicas acrecentadas. No se limitaban las ventajas a la posibilidad de trabajo, también se extendían a la remuneración. Los jornales eran fácilmente el doble del percibido por igual tarea en su comarca de origen.17 Era más marcada la diferencia cuando el inmigrante desempeñaba tareas artesanales de mayor especialización como ser, sastres, relojeros, ebanistas. No era Montevideo empero un lugar donde la fortuna se alcanzase con poco esfuerzo. Si bien algunos bienes eran más accesibles que en Europa, como los derivados de la carne y del cuero, otros, la mayoría, tenía un elevado precio producto de los costos de importación y traslado desde sus lugares de origen ya que en general era escasa la producción manufacturera de la ciudad y del país; incluso en lo que a bienes de consumo popular se refiere, como es por ejemplo el caso de las bebidas. En conjunto la relación económica era favorable a las expectativas del inmigrante,18 pero el éxito dependía - como para toda empresa humana - de esfuerzo, voluntad y fortuna (...)

El aluvión de rostros nuevos, de lenguas y costumbres distintas, se enseñoreó de la ciudad. Orientales e inmigrantes se influyeron mutuamente. Para muchos de éstos últimos Montevideo significaba una nueva vida, en su expresión literal, una posibilidad de canalizar sus ambiciones y habilidades en una sociedad de inmigrantes en la cual los méritos y condiciones propias relegaban a un plano secundario su nacionalidad, o lo que es más importante aún, su origen social. Artesanos, jornaleros, pequeños comerciantes, los inmigrantes son mayoritariamente hombres jóvenes y sin familia, en los primeros años de las décadas del treinta y del cuarenta..."

Fragmentos extraídos de LUZURIAGA, J. C. Los procesos inmigratorios en el Uruguay del Siglo XIX: visión de conjunto


Actividad 

1) Piensa, investiga y escribe: el origen de tu apellido, un deporte, una comida y una danza que introdujeron los inmigrantes en nuestro país.

2) Lee el texto y responde:
  • ¿Por qué miles de personas abandonaron sus países de origen para establecerse en Uruguay en el siglo XIX? 
  • ¿De qué países provenían los inmigrantes? 
  • Realiza una lista de los riesgos que corrían los inmigrantes y otra lista para señalar las recompensas que tendrían una vez instalados en nuestro país. 
3) Analiza el siguiente cuadro comparativo (toma como guía de análisis cuadros ya trabajados en clase)




Dársena fluvial. Puerto de Montevideo. Décadas de 1920-1930 (aprox.). (Foto: Colección Puertos No. 10. Autor: S.d./Sodre).
Páginas para consultar